La democracia autoritaria

A horas de celebrar el fin del año y dar la bienvenida al nuevo año, contemplo la realidad que rige a la mayor parte de la población del mundo. Los humanos están divididos entre vivir con la ilusión de libertad o aceptar que siempre estarán regidos por un régimen autoritario. Toda forma de gobierno es un régimen autoritario cuyo funcionamiento está amoldado generalmente por una carta magna, precedentes legales, o simplemente por decisiones del dictador de turno.

No entraré a discutir sobre los beneficios o contras de diferentes escuelas de pensamiento respecto al manejo socio-comercial ya que existen muestras de formas de gobierno autoritarias que han nacido tanto de la izquierda como de la derecha. Tampoco expandiré sobre beneficios de sistemas unipartidistas o multipartidistas, ya que, a la final, en ambos casos se requiere algún tipo de sistema de voto y consenso para poder gobernar una población.

Salvo la excepción de regímenes totalitarios, toda forma de gobierno es un derivado de la democracia, empezando con la directa y a mayor población indirecta. Al menos que sea el líder de un régimen totalitario o viva en una isla solitaria y aislada, cedo gran parte de mis libertades para que sean administradas por un ente gubernamental. Al ceder estas libertades también se acepta que existe un periodo regido por este ente, el cual entrará en guerra civil, seguido por un periodo de reformas, eternamente evolucionando.

Por hechos históricos y situaciones contemporáneas, la guerra civil ocurre de dos maneras, la considerada una fiesta para la democracia y la que viene acompañada con perdida material y sufrimiento humano. Cuando se siguen las reglas siguiendo una evolución respetando la carta magna o buscando transiciones pacíficas, se pueden hacer reformas de manera ordenada, ya que los cambios radicales son peligrosos. Lo importante es respetar resultados de una fiesta democrática fungiendo de oposición vocal jamás no física. La violencia nunca trae paz.

Todos cedemos nuestras libertades para ser parte de una sociedad, y no existe nada mejor que pertenecer a una sociedad. Toda región en estado de anarquía a la larga busca ser gobernada porque todos prefieren la paz y estabilidad sobre la libertad, en especial cuando son afectados por las atrocidades que traen los ejércitos de los señores de la guerra que buscan hacerse del territorio anárquico.

Siempre estaré vigilante y me tomaré el tiempo de educar a las personas que hablan de que “mueran todos los políticos, debe ocurrir algo violento para que…, etc”, solo tomaré armas cuando se hayan agotados todos los recursos y existe un riesgo existencial real, hasta entonces prefiero utilizar la educación como vía para que crezca una nueva generación vigilante y fiscalizadora.


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