Recientemente una amistad me dice, “El profesor no me ha dicho la nota”. Acto seguido me envía una captura de pantalla de la conversación. Un intercambio sencillo y aparentemente inocente donde uno pide la nota y le contesta que apenas la tenga disponible se la dice. Hasta que observo que la conversación inició en el día de descanso del profesor. Le pregunto “¿Le preguntaste eso en su día libre?” y responde “Eso que tiene.” Concluí el intercambio diciéndole a modo de mofa “Yo sé, que eres un robot y algún día entenderás las interrelaciones humanas.”
Con el avance en la tecnología informática, la comunicación instantánea se ha vuelto algo de uso común. Pero las personas han perdido el concepto de que la persona receptora no siempre está de humor de hablar de cosas relacionadas al trabajo o hablar con sus subalternos, estudiantes, etc… Estar accesible se traduce a la perdida de la privacidad y la tranquilidad.
Algunas personas intentan tener más de un servicio de mensajería instantánea para poder limitar el tiempo y hora en el que interactúan con diferentes audiencias. Otras personas por razones de conocimientos, decisión o simple falta de tiempo, no se pueden dar el lujo de manejar varios canales de mensajería instantánea y utilizan un solo servicio para atender asuntos personales y profesionales. Y suelen ser los asuntos profesionales los que suelen no respetar el tiempo de descanso.
Cuando escribes a una persona utilizando estas increíbles herramientas de mensajería instantánea, debes usar el sentido común para respetar el tiempo de descanso de las personas y entender que si no responden de inmediato posiblemente están ocupados. Las horas hábiles suelen ser de 8 am a 6 pm, escribir durante ese rango de horas es un tiempo razonable y si el recipiente que sabe respetar el tiempo de descanso observa el mensaje fuera de estas horas, generalmente responde el día siguiente. Nuevamente enfatizo, el sentido común determina si se debe o no escribir a un compañero, colega, jefe o profesor en su día de descanso.
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