RESPUESTA

Hola hace mucho que no escribo, y creo que es hora de que hable de algo que muchos callamos sin importar si somos hombres o mujeres, niños o niñas, me refiero a las respuestas que pensamos cuando estamos en alguna discusión familiar pero nunca la decimos.

Todos en alguna ocasión hemos tenido alguna discusión familiar que consideramos injusta porque nos han juzgado en nuestra ausencia; y es que sentimos una gran impotencia que nos hace explotar de la manera menos indicada, a veces lastimando a terceros inocentes que no tienen nada que ver con el problema que traemos.

 Lo triste es cuando está conducta de juzgar sin fundamento real alguno o justificable, es repetitiva, porque quien suele juzgar y condenar como algo habitual en nuestra contra, crea un sentimiento de impotencia que con el paso del tiempo resulta un asesino silencioso de cosas buenas, y es que la a acumulación de este sentimiento negativo divide armonías y va cortando lazos que no se pueden volver a unir.

Entonces he llegado a la conclusión de que la mejor solución es dar una respuesta en la cual podamos expresarnos sin insultar a la persona que tiene esa conducta negativa en contra nuestra, suena difícil, pero créanme, no es un posible y debemos empezar por calmarnos y que nuestra primera palabra sean “vamos a conversar”.

La intensión de esta frase es la de crear un ambiente óptimo para que no surja una discusión que se desvirtué del tema a discutir, y esta conversación debe empezar haciéndole saber a la otra persona ¿cómo nos hace sentir su manera de cuestionarnos o atacarnos?, y explicándole que, al igual que muchos nosotros también somos como una vaso, que cuando nos colmamos y que está es la razón por la cual a veces nuestras respuestas son agresivas y totalmente a la defensiva y gritamos y nos volvemos sordos.

Pero la verdad es que lo más doloroso de esta situación es cuando tenemos esa reacción donde gritamos y reaccionamos a la defensiva en lugares o frente a personas que no tienen nada que ver, y es en este punto donde I directamente podemos lastimar o hasta marcar a alguien de por vida de forma negativa hacia nuestra persona y se crea un círculo vicioso.

Es por lo antes dicho que debemos en una conversación clara y respetuosa hacerle ver a quien nos ataca constantemente, que sus constantes ataques pueden traer caos a la vida familiar y esto puede ir en detrimento de una relación sana y duradera; así  que ya saben la próxima vez que les escriban o llame o dejen un me saje sea de voz o texto donde se ve aflorar una discusión traten de tranquilizarse primero y conversar de buenas maneras para buscar una solución que sea satisfactoria para todos.


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