Recuerdo ambos instantes en que escuché, con dos años de diferencia, aquellos latidos fuertes y constantes preparados para enfrentar al mundo.
Recuerdo los movimientos casi asemejan a la saga «Alien» cuando ambos con dos años de diferencia se movían dentro del vientre de su madre.
Recuerdo el temor y felicidad de ser padre una y luego dos veces.
Y ahora que los observó durmiendo placidamente…
Recuerdo que no ordenaron su cuarto.
Deja un comentario