La brisa cálida acaricia y anuncia su llegada. La lluvia se rinde y asoma la llanura dorada.
El calor se enciende con frescor de verano soñado. La zafra retumba con vigor de trabajo sagrado.
Comparsa acalorada que despliega su energía infinita. Se aplaca con balde y manguera y libera su risa.
Prepara el pueblo trabajador su gran día esperado. El trote de camisas de color va al colegio animado.
Balón de papel, bate de cartón, gritos, llantos y miedo. También hay risas en el pasillo y sueños en el recreo.
Ferias y fechas por elegir, folclore con donaire. Truenos de colores que lucir en el cielo sin aire.
Carrozas y carretas que invadir las calles con su arte. Todo es marrón seco pero vive con amor por su parte.
Se suda la siesta bajo el sol que no da tregua alguna. Se pide al cielo con fervor un sol que traiga lluvia.
Y de repente el cielo cumple su pedido anhelado. Verdor que brota y que deslumbra con su traje nupcial.
El cultivo empieza con ilusión de futuro mejor. Se queman los pesares del ayer con fuego renovador. La familia se abraza con amor y nostalgia feliz. Se reparten deseos de bondad y se cierra el ciclo.
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