¿Cómo planificar una lección?

Para un maestro una de las cosas más difíciles que deben afrontar son como organizar y manejar grupos que tienen un rango amplio de capacidades y aptitudes. Y esto es un reto mayor para enseñar un nuevo idioma. Entre los estudiantes existen los que ya han sido expuestos al nuevo idioma, los que tienen facilidad para captar idiomas, los que se les dificulta y finalmente los que no tienen interés en el nuevo idioma. Para ellos existen diversas estrategias que el docente puede implementar para lograr conseguir un ritmo fluido en sus clases a la vez enseñar de una manera objetiva a todo el grupo para poder conseguir el nivel apropiado para la edad media del grupo.

Todo estudiante es único en su forma de captar nuevos conocimientos y un maestro puede facilitarse el trabajo, al crear grupos dentro del salón, de acuerdo con la capacidad y habilidad de cada estudiante. Estos grupos de cuatro a seis estudiantes dependiendo del tamaño de la población estudiantil, deben buscar formar un grupo heterogéneo, según las diferentes regiones de captar un idioma. Algunos serán mejores en las habilidades receptivas como la visual y auditiva, y otros serán mejores para las productivas escritas o habladas. Lo importante es crear un ambiente de cooperación para que los estudiantes creen una cultura de apoyo entre ellos.

El mecanismo de corrección por vía de repetición suele ser muy efectiva para estudiantes jóvenes, pero suele ser más complicado a medida que desarrollan personalidades y en la dolorosa edad adolescente donde por los cambios físicos por los que están pasando suelen ser más emotivos. Existe la corrección por vía de repetición utilizando la estructura o palabra de manera correcta, de esta manera se enseña el uso correcto del lenguaje sin que parezca una corrección directa. Al formar grupos de diferentes capacidades, entre ellos harán correcciones y es importante para el docente monitorear los grupos para evitar posibles avasallamiento o malentendidos entre los estudiantes.

Es importante para un docente, tener una actividad de calentamiento, relacionada con la materia a tratar y cuyo objetivo pueda ser una lección para una habilidad productiva o receptiva. Estas actividades son cortas, pero ayuda a conseguir el enfoque de los alumnos, por ejemplo, una canción, juego de adivinanzas, coreografía, describir una imagen, etc. Lo importante es captar la atención de los estudiantes.

Luego de formado los grupos, que trabajen en harmonía sin mayor discordia, entonces es importante no permitir que los estudiantes se mantengan en su zona de confort. Cuando las asignaturas, deben emparejar estudiantes que tengan diferentes fortalezas donde el estudiante con la debilidad sea al que se le rete para presentar con el apoyo del estudiante con mayor fortaleza en el área de estudio. Los más importante es que el maestro sea quien dirija la clase, pero que la participación del estudiante sea la que domine el espacio de la lección. A menor tiempo habla el maestro puede dedicar mayor tiempo a observar la comprensión de la lección tratada con los estudiantes, por vía de actividades y asignaturas.

Finalmente, la evaluación de un curso debe ser interdisciplinaria entendiendo que los estudiantes tienen diferentes fortalezas y debilidades, por ende, se deben evaluar las dos áreas receptivas y productivas de manera equitativa. Siempre retando a los estudiantes a mejorar sus debilidades mientras apoyan a sus compañeros con sus fortalezas.


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